La nueva normativa está en vigor desde el viernes 14 de noviembre
Desde el pasado viernes 14 de noviembre, las familias que tengan contratada a una empleada del hogar están obligadas a evaluar y comunicar todos los riesgos domésticos que puedan provocar un accidente durante su jornada laboral.
Quienes no hayan cumplido esta exigencia se enfrentan a multas de hasta 49.000 euros, además de posibles reclamaciones si la trabajadora sufre un percance.


